¿Quién está detrás del profesional
exitoso? ¿El mundo de la empresa es consciente que existe una “sub
empresa” detrás de cada profesional que se llama “familia”?
Cuando hablamos de conciliar
la vida profesional y laboral a veces nos limitamos a hablar de horarios
estructurados. Ese profesional que viaja, duerme en hoteles y a veces no sabe
ni en qué ciudad se encuentra, desayuna solo, saluda a los niños por videochat
o por teléfono, o les da las buenas noches por Skype es incapaz de mantener una
cierta cordura o entereza personal a lo largo del tiempo si detrás no hay una
familia fuerte que lo respalde, lo apoye, y lo aliente a continuar día a día.
Pero a veces ese hilo es muy delgado, y los verdaderos líderes, managers de
equipos deberían tener la sabiduría de detectar esos momentos, y ser capaces de
realizar la buena reflexión, la buena animación, y por qué no, la buena
organización para que esa línea no se rompa, y que detrás de esa ruptura
"caiga en picado" ese motor que teníamos en nuestro equipo.
Claro que no es la misma
reflexión, pero si el mismo reconocimiento a ese profesional hombre o mujer,
que siendo un excelente trabajador, y que su empresa no atraviesa las mejores
circunstancias económicas y tiene que dejarse “la piel” para sacar las cifras, resultados,
etc adelante…peligrando seriamente todo su futuro si esas cuentas no acompañan.
El stress, la angustia, los nervios, el cansancio mental y físico, se traslada
tanto al mismo físico como a nuestros seres queridos que nos esperan tras la
puerta. Y el rol del manager, también líder en los momentos de crisis,
debería ser capaz de detectar ese momento, y animar con estas circunstancias a
que pueda “coger aire” y que esa puerta no se cierre en su cara. Si esto último
sucede, el pequeño margen de mejora que esperábamos en ese tipo de situaciones
en al empresa acabará de inmediato.
Por otro lado, es cierto que
en muchos ambientes, y en especial en nuestro mundo de los negocios, la
aspiración de algunas personas para tener éxito, brillar y ser reconocidas se
ha convertido en un motor para sus vidas. Ser exitoso responde a una
necesidad latente en el ser humano: el anhelo de ser feliz y realizarse
plenamente. Sin embargo, llama la atención que muchas personas con éxito no son
felices o, por lo menos, eso demuestran, quizá porque han centrado todas sus
fuerzas en el único ámbito que consideran necesario para ser exitosos: el
trabajo.
Reducir el éxito al mundo laboral ha hecho que el trabajo se
convierta en un fin y el triunfo profesional sea resultado de la buena suerte y
del oportunismo. Ahora ya no basta con trabajar, tener talento y conseguir
buenos resultados, también hay que exhibirse, hacerse apreciar mejor y hacer
funcionar la propia red. Lo que cuenta es la apariencia y la visibilidad, mucho
más que el rendimiento y el talento.
El éxito se ha convertido en
un tema complejo de definir porque conlleva elementos de índole personal,
familiar, profesional, cultural y social. Tiene que ver con la propia historia
de vida, la casualidad y hasta con cuestiones genéticas.
Cada persona, con base en
sus propias experiencias vitales, conforma su paradigma mental y afectivo del
éxito, por ello, su comprensión e integración se hace cada vez más confusa.
Buscar el éxito no siempre responde a necesidades humanas trascendentes sino al
cumplimiento de estándares y estereotipos impuestos por una sociedad
competitiva y mercantilista que privilegia más el tener que el ser,
convirtiéndose para algunos en una obsesión por alcanzar lo que sea a toda
costa. También está el que busca su crecimiento y/o logro profesional para dar
un mejor estándar de vida a su familia.
Cada vez son más frecuentes
los profesionales exitosos que trabajan en exceso, logran estándares muy altos
de calidad, reciben remuneraciones económicas muy altas, sus evaluaciones de
desempeño suelen ser brillantes, sin embargo, se sienten insatisfechos. En el
fondo estas personas, sin saberlo, se centran en un solo objetivo que, por más
noble que sea, no logra satisfacer todas las necesidades y deseos de una persona.
El tema se hace aun más
complejo cuando quien busca y vive el éxito es una mujer, porque tiene que
coordinar toda una serie de intereses y roles propios de su género. En muchos
países, una mujer que logra ser exitosa, seguramente tuvo que sortear algunas
barreras culturales y trabajar bastante su autoestima para vencer los
prejuicios de quienes piensan que logró el éxito por algún tipo de artimaña
femenina y no por su propio talento y experiencia.
Es común encontrar a hombres
y mujeres exitosos/as que en algún momento de su carrera se toparon con un
dilema: la elección entre seguir adelante con su trayectoria profesional y
sacar adelante su vida personal y familiar.
¿Por qué muchas
profesionales se encuentran en esta misma disyuntiva? Quizá es que no sabemos
dónde centrar nuestros objetivos y poner toda su fuerza entre el logro y la
felicidad o no ayudamos a descubrirlo. Decir que llegamos mas tarde
por ir a llevar al niño al colegio, o recogerlo, decir que en nuestra agenda
tenemos la graduación de nuestro hijo, o simplemente reconocer que hemos
realizado nuestro trabajo del día y podemos irnos a nuestra hora a disfrutar de
nuestro deporte, amigos o familia parece un gran insulto en determinadas
organizaciones.
El manager que valora tanto
el profesionalismo, como el compromiso, pero también el respeto dentro de la
escala de los valores comunes, esto no supone ningún problema, sino una herramienta
más de motivación y fidelización. “Dame mas te doy más”, debería ser la
clave del éxito. Siempre que esos valores desde ambas partes estén muy claros.
Hoy las empresas se han
convertido en fuentes inspiradoras de éxito y deben ser las primeras
interesadas en crear las condiciones para conformar modelos de éxito
duradero, siendo conscientes que el pilar fundamental son las personas y
detrás de cada persona hay vida, hay un soporte vital de concepciones diversas
y múltiples realidades. En la medida que seamos capaces como líderes
responsables de promover las condiciones necesarias para que las personas estén
contentas y satisfechas, las empresas y nosotros en nuestros equipos
retendremos el talento y mejoraremos la autentica productividad.