Los éxitos silenciosos

En un mundo estrictamente marcado por los sonidos, las imágenes y la inmediatez, ¿es posible pensar que uno de los componentes fundamentales de la influencia es el silencio? Detengámonos a observar por un instante a quiénes están a nuestro alrededor ahora mismo mientras estamos leyendo este texto. Un simple ejercicio. Sea en el ámbito que sea en el que te encuentres, cada una de las personas que te rodean (incluso aquellas que están detrás de esa pared) tienen un bajo o alto porcentaje de participación directa o indirecta en tu vida.


¿Por qué? ¡Si a muchos de ellos ni los conozco...! La construcción de nuestro universo no comienza y termina con nosotros. Ésa sería una realidad muy sesgada. En el mundo de las empresas, las familias, las relaciones sociales, comerciales, etc, la “omnicanalidad relacional” tiene un importantísimo valor en cada uno de sus eslabones. El que alguno de ellos quiebre, alterará de una u otra manera a los integrantes de esa cadena, estén cerca o lejos de esa ruptura.


Todas las personas mantenemos una constante interactividad, de manera consciente o inconsciente, con el resto de la sociedad la cual va a afectar de manera significativa a nuestro proceso evolutivo, a nuestra conducta y por ende a nuestros resultados.

Hay pequeños gigantes que son imprescindibles en nuestra vida y muchas veces no lo sabemos y tampoco nos enteramos. Aunque nuestra vista sólo llegue hasta una determinada distancia, la suma de cada una de esas personas que estás mirando en el pequeño ejercicio que te propuse antes, influye de alguna manera en el desarrollo de nuestro andar y de nuestro resultado final. Por supuesto que la chispa adecuada depende sólo de nosotros. Pero hay un marco de incidencia frontalmente directo que nos repercute en algún nivel y en el de nuestro propósito.


La interdependencia también puede hacernos independientes. De hecho, los grandes logros siempre llevaron un soporte colectivo detrás.  Es hora de comenzar a descubrir y reconocer a aquellos que en silencio aportan su especial granito de arena porque no todo es ruido en el éxito. Todo lo que hagamos o lo que no hagamos tiene una influencia directa en el devenir de los sucesos.

Entender que la vida es una espiral donde todos llegamos, tarde o temprano, al mismo punto de encuentro, probablemente nos ayude a levantar la mirada  con profunda perspectiva y organizar nuestra vida con un espíritu real colaborativo. Construir pequeñas cadenas de acciones anónimas,  podría llegar a ser uno de los mayores desafíos de esta sociedad en la que tenemos el privilegio de ser los actores principales de los grandes cambios del siglo. Y el triunfo de la misma repercutirá directamente en lo social, en lo comercial, en lo familiar y en lo empresarial.

Porque el éxito silencioso es una forma de entender la vida, un termómetro de nuestros valores, un pragmatismo de nuestros conceptos y pensamientos y una forma de ponderar la humildad escapando de los miedos, juicios y prejuicios. Además, jerarquiza el verdadero trabajo en equipo, la solidaridad y la coherencia sin necesidad de aplausos ni falsos protagonistas. Fusionando nuestra responsabilidad social con nuestra verdadera realidad de una manera clara, creíble y cristalina.


Los pequeñamente gigantes son esos héroes anónimos, que hasta sin saberlo, son los principales engranajes de millones de acciones que suceden durante las veinticuatros horas del día. Uno de esos, seguramente, muchas veces y sin saberlo has sido tú, sin proponértelo has participado en el caminar ajeno. Y otras muchas, nuestra inmovilidad o pasividad lamentablemente también han sido una de las protagonistas en ese andar.

Tenemos la gran oportunidad de construir modelos empresariales, familiares, sociales y comerciales que sientan entre sus venas la convicción de entender el mundo como alguna vez nos dijeron que sería: “globalizado”. Pero que entre todos y en lo cotidiano, le demos un nuevo giro a ese concepto y seamos capaces de estimular desde el ámbito que nos toque,  la generación de  “pequeños grandes gigantes del éxito del silencio”.

DIEGO LARREA BUCCHI 
Twitter: @larreadiego